
Miles de personas compran billetes o boletos de lotería en la esperanza de ganar grandes sumas de dinero. Sin embargo, no todas las personas que juegan reclaman su premio en caso de haber sido agraciadas. El motivo más habitual suele ser que la persona portadora del resguardo no se da cuenta nunca de que ha sido premiado o se da cuenta demasiado tarde.
En el caso de los juegos regulados por Loterías y Apuestas del Estado, como la Lotería Nacional, la Primitiva o Euromillones, el plazo para poder cobrar un premio es de tres meses a partir del día siguiente al sorteo. En caso de no gestionar la entrega del premio en 90 días naturales se pierde el derecho a reclamar. La mayoría de los premios no reclamados suelen ser menores, pero la cantidad que Hacienda se embolsa cada año por este motivo es multimillonaria. ¿Y qué pasa entonces con ese dinero no cobrado? ¿A dónde va a parar?
El destino del dinero de los premios no reclamados depende de la ley de cada país.
En primer lugar, es importante destacar que los premios de lotería no son iguales en todo el mundo. En algunos países, los premios no reclamados, después de un cierto período de tiempo, pueden ser destinados a organizaciones benéficas o al gobierno.
En los Estados Unidos, por ejemplo, la legislación de cada estado varía en cuanto al tratamiento de los premios no reclamados de la lotería. En algunos estados, el dinero no reclamado se destina a la educación o a programas sociales, mientras que en otros se devuelve a los jugadores en forma de premios adicionales o se transfiere a un fondo especial para futuros premios. En el caso de las loterías estatales, el dinero no reclamado suele ser propiedad del estado y se utiliza para financiar programas gubernamentales.
En el Reino Unido, los premios no reclamados de la lotería nacional se destinan a una organización benéfica llamada «Good Causes». Esta organización utiliza los fondos para financiar proyectos en todo el país relacionados con la educación, el medio ambiente, la salud y otros temas importantes.
¿Qué sucede concretamente en España?
En España, para saber a dónde va a parar todo el dinero de los premios no cobrados, hay que recurrir a la normativa de la Agencia Tributaria sobre los juegos de Loterías y Apuestas del Estado. En ella queda bien claro que los premios no reclamados después de tres meses se transfieren a la Caja Única del Tesoro del Estado. Concretamente, el Artículo 22 dice que “cuando se acaba el plazo legal vigente para el cobro del boleto premiado, si no se ha cobrado y no ha sido por algunos de los supuestos que aumentan el plazo para el cobro, el dinero del premio será destinado íntegramente para las arcas públicas”.
Esto es de obligatorio cumplimiento para el caso de todos los juegos regulados en España por Loterías y Apuestas del Estado: Lotería Nacional, La Primitiva, Euromillones, Bonoloto, El Gordo de la Primitiva, La Quiniela, Quinigol, Lototurf y Quíntuple Plus. La Agencia Tributaria recauda cada año aproximadamente unos 50 millones de euros en premios de lotería no reclamados (Según el periódico “El Mundo”).
Ese dinero anual recaudado, el gobierno español lo emplea en financiar programas y proyectos sociales, deportivos y culturales. Esto lo lleva siempre a cabo, en forma de convenios y patrocinios, dentro de su Programa de responsabilidad social corporativa.
En resumen, bien sea a organizaciones benéficas, a los jugadores en forma de premios adicionales o al gobierno, el destino del dinero no reclamado de los premios de lotería siempre va a depender de la legislación de cada país. Conviene que cada persona conozca la suya y que tenga sus boletos o resguardos de apuestas en un lugar fácil de ver en su rutina diaria con el fin de recordar que hay que comprobarlos mientras sean válidos.
Asimismo, cabe destacar que cada año, el Estado, debido a una retención de un 20% que se aplica sobre cualquier premio que sea mayor de 40.000 euros, con la lotería de Navidad se abona anualmente la fría cantidad de 160 millones de euros, tan solo por efectuar el sorteo en estas fechas navideñas tan popular entre las familias que residen en nuestro país.
Aparte de estas cantidades beneficiosas para la Tesorería Española, en el último desglose realizado por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) los premios no reclamados fueron un total de 51,4 millones de euros, estos se deben sumar a la cantidad anterior para calcular el dinero total que se queda en las arcas del Estado. En los años previos a la COVID-19 la suma declarada era aún mayor ascendiendo algunos años hasta 56 millones de euros que perdía la población y volvía a las mismas arcas públicas de las que salía.
La polémica está servida debido a que Transparencia y Buen Gobierno insta a que se desvelen las cantidades ganadas durante la totalidad del año 2021 a lo que la SELAE se niega mediante la argumentación de que sería un riesgo para la integridad y la confidencialidad. Se defienden mediante declaraciones como; “Se retorna una gran parte de los beneficios a la cultura, mediante patrocinios y abonando dividendos al Estado”.